Hemos pasado estos días haciendo pocas cosillas y ahora toca trabajar duro otra vez, que no puedo dormirme en los laureles.
Empezamos la semana en plan fuerte, veremos a ver como la acabo, vino mi fisio con sus agujas y para
recuperarme de no hacer nada me las puso en ^tos laos^ : en el cuello, la espalda, el hombro, los pies....pero la que más gracia me hizo fue la que me puso en la cabeza, parecía un extraterrestre jeje, pero es verdad que no duele apenas y son agujas finas pero muy largas. También hemos subido y bajado las escaleras con ella y asi nos corrige por si no lo hacemos bien y las posiciones más correctas para que esto me sirva a la vez de un poco de rehabilitación, hay que ir aprendiendo y practicando trucos nuevos.
Lo peor es que hemos tenido que volver al dentista y este buen hombre quiere dejarme la boca tan perfecta que cada vez que voy me pone algo nuevo y hasta que me acostumbro otra vez vaya días que paso,
pero se me está recolocando todo bastante bien y muy rápido, que al fin y al cabo es lo importante.
Bueno, voy a ver como acabo la semanita............
Era algún dia de Octubre del año 2007. Deperté de un largo y extraño sueño de dos meses. Comprendí que ya no dormía porque empecé a preguntarme quién era yo, como me llamaba, si tenía familia, cuáles eran sus nombres,... No sabia donde estaba ni como habia llegado allí. No podía ver, ni hablar, ni apenas moverme, pero sí que podía sentir y pensar. Estaba atrapada en un cuerpo que no me repondía. Quería preguntar y decir lo que sentía pero me era imposible, sólo podía llorar de impotencia.
La voz de mi madre me ha guiado, durante los cuatro últimos años, a lo largo de un amargo itinerario de hospitales, ciudades desconocidas, operaciones y dolorosos tratamientos. Y, sobre todo, me ha ayudado a reencontrar la esperanza y superar mi deseo de morir. Actualmente, he recuperado parte de mis facultades y sigo luchando por mejorar.
Escribo este diario por necesidad. Porque necesito comprender mejor lo que me ha ocurrido y compartirlo. Y porque necesito ayuda para continuar con los duros y costosos tratamientos que son mi única esperanza de recuperación. Un comentario de apoyo o cualquier información de tratamientos o terapias alternativas tienen para mí un extraordinario valor, me dan la energía que necesito para seguir luchando.
Espero que podáis aprender algo de mi diario. Muchas gracias.
La voz de mi madre me ha guiado, durante los cuatro últimos años, a lo largo de un amargo itinerario de hospitales, ciudades desconocidas, operaciones y dolorosos tratamientos. Y, sobre todo, me ha ayudado a reencontrar la esperanza y superar mi deseo de morir. Actualmente, he recuperado parte de mis facultades y sigo luchando por mejorar.
Escribo este diario por necesidad. Porque necesito comprender mejor lo que me ha ocurrido y compartirlo. Y porque necesito ayuda para continuar con los duros y costosos tratamientos que son mi única esperanza de recuperación. Un comentario de apoyo o cualquier información de tratamientos o terapias alternativas tienen para mí un extraordinario valor, me dan la energía que necesito para seguir luchando.
Espero que podáis aprender algo de mi diario. Muchas gracias.