La entrada de año ha sido muy mala, hubo un trágico accidente que se llevo por delante la vida de un chico de tan solo 19 años de una aldea de aquí. El chico salió de la fiesta de noche vieja y no quiso conducir así que aviso a su mamá para que lo recogiera y al salir de una curva el coche se cayó al pantano, me da hasta cosa sólo de escribirlo. No se si le conocía porque es algo más joven que yo y quizás nos hemos cruzado alguna vez, como esto es tan pequeño casi seguro, pero da igual porque lo he sentido muchisimo como si le conociera de verdad. Tenía muchos amigos, jugaba al fútbol estudiaba...un buen chico y mira por donde el destino ha vuelto a jugar una mala pasada a otra familia que va a necesitar mucho apoyo para poder salir adelante y desde aquí quiero mandarles un fuerte abrazo ya que no he tenido el suficiente valor para acompañarles físicamente pero si los he acompañado con mi corazón.
Yo que este año lo había comenzado con muchas ganas e ilusión e incluso salí el 31 por la noche a tomarme una copa y echar un ratillo en el pub de mi hermano esto que ha pasado me ha dejado regular de ánimos y se que se me pasará, es ley de vida, pero aun tengo ese nudo en la garganta que cuesta respirar y pocas ganas de nada.
Quizás no sirva de mucho consuelo para la familia pero que sepan que todo el pueblo les hemos acompañado en su dolor y que nunca olvidaremos ese día.
Era algún dia de Octubre del año 2007. Deperté de un largo y extraño sueño de dos meses. Comprendí que ya no dormía porque empecé a preguntarme quién era yo, como me llamaba, si tenía familia, cuáles eran sus nombres,... No sabia donde estaba ni como habia llegado allí. No podía ver, ni hablar, ni apenas moverme, pero sí que podía sentir y pensar. Estaba atrapada en un cuerpo que no me repondía. Quería preguntar y decir lo que sentía pero me era imposible, sólo podía llorar de impotencia.
La voz de mi madre me ha guiado, durante los cuatro últimos años, a lo largo de un amargo itinerario de hospitales, ciudades desconocidas, operaciones y dolorosos tratamientos. Y, sobre todo, me ha ayudado a reencontrar la esperanza y superar mi deseo de morir. Actualmente, he recuperado parte de mis facultades y sigo luchando por mejorar.
Escribo este diario por necesidad. Porque necesito comprender mejor lo que me ha ocurrido y compartirlo. Y porque necesito ayuda para continuar con los duros y costosos tratamientos que son mi única esperanza de recuperación. Un comentario de apoyo o cualquier información de tratamientos o terapias alternativas tienen para mí un extraordinario valor, me dan la energía que necesito para seguir luchando.
Espero que podáis aprender algo de mi diario. Muchas gracias.
La voz de mi madre me ha guiado, durante los cuatro últimos años, a lo largo de un amargo itinerario de hospitales, ciudades desconocidas, operaciones y dolorosos tratamientos. Y, sobre todo, me ha ayudado a reencontrar la esperanza y superar mi deseo de morir. Actualmente, he recuperado parte de mis facultades y sigo luchando por mejorar.
Escribo este diario por necesidad. Porque necesito comprender mejor lo que me ha ocurrido y compartirlo. Y porque necesito ayuda para continuar con los duros y costosos tratamientos que son mi única esperanza de recuperación. Un comentario de apoyo o cualquier información de tratamientos o terapias alternativas tienen para mí un extraordinario valor, me dan la energía que necesito para seguir luchando.
Espero que podáis aprender algo de mi diario. Muchas gracias.
1 comentario:
Hola Melani:
Ayer vi el programa de Tiene arreglo y gracias a él encontré tu blog. Tu caso me impactó mucho, te conozco de vista y viví el acontecimiento que narras en esta entrada con mucho dolor. Porque sí, era un buen mucho. Amigo de mi hermano, activo, con ganas de vivir, deportista, estudioso... y la vida fue cruel con él y con esa madre que no encuentra consuelo.
Pero la vida también ha sido cruel contigo, y el hecho de que sientas el dolor de los demás de esa forma, con todo lo que tienes, ya te hace una grandísima persona. Espero que gracias a esta nueva terapia, recuperes mucha calidad de vida. Las ganas las tienes, tus amigos también; y el amor de una madre que no tiene precio. Y, sobre todo, tu gran valentía. Valentía por seguir adelante pese a que la vida te ha puesto unos grandes obstáculos, que otros que no los tenemos no sabemos valorar lo que tenemos y nos dejamos derrumbar por nimiedades. Porque tienes un par de ovarios, una vida por delante y esperanza; te deseo de todo corazón que, poco a poco, la vida comience a sonreírte más. ¡Y que puedes salir adelante! Lo has demostrado y lo seguirás haciendo.
Muchos besos, abrazos y ánimo, campeona.
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